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JUAN YÁÑEZ les da la más cordial bienvenida. Es éste otro testimonio de una pasión urbana...esencialmente lo porteño, lo argentino, lo latinoamericano y también el universo todo...

sábado, 27 de julio de 2013

Expedición a la Laguna El Cuero. 17 de abril de 2011

 Laguna El Cuero (Trülke Lavken) (seca en 2011)

Por Norberto Mollo

El 17 de abril de 2010, durante el Encuentro de Historiadores del Sur de Córdoba que se realizó en Río de los Sauces, expusimos un trabajo relativo a los topónimos aborígenes en el Departamento General Roca. Y tocamos obviamente la ubicación de la Laguna El Cuero, que habíamos deducido de la importante cartografía antigua con que contamos y el traslado de esa información a la cartografía I.G.N. Actual. En esa oportunidad, se hallaba presente entre los concurrentes, la secretaria de cultura de la Municipalidad de Villa Huidobro, Sra. Silvia Suárez, quien nos dijo: ¿Cómo teníamos seguridad de la ubicación de esa laguna, si en el propio Cañada Verde (Villa Huidobro), que está a pocos kilómetros de la misma, no se tenía certeza de su situación?. Le contesté que la identificación del lugar era el resultado de una búsqueda sistemática utilizando desde mapas antiguos, planos de mensura y fotografía satelital. Luego charlamos en un intervalo, y como se mostró un tanto escéptica, convenimos en realizar una expedición al lugar, con motivo del próximo encuentro de historiadores (2011) que se realizaría en su localidad.
Durante el año transcurrido seguimos manteniendo contacto vía mail, y el 16 de abril arribamos a Villa Huidobro (o Cañada Verde como prefieren los lugareños), donde participamos del concurrido y rico encuentro. Al finalizar el mismo tuve la oportunidad de explicar una presentación de diapositivas con la ubicación de la Laguna El Cuero, y asimismo presenciar un video realizado por el canal de TV local acerca de la  “Cueva del Indio Blanco”, que nos dio una idea aproximada de su localización.
El 17 de abril de 2011 amaneció un día hermoso, propicio para la excursión que íbamos a llevar adelante. Nos fuimos juntando enfrente la Municipalidad, que está al sur de la Plaza. Allí el intendente local Jorge Raúl Iriart había dispuesto una traffic, donde íbamos muchos de los que participamos en el congreso del día anterior. El Vasco Iriart, como le llaman sus coterráneos, se portó muy bien con nosotros y estuvo acompañándonos junto a su esposa Mónica Comelli y su hija Mariel Iriart durante todo el día. Una mención especial también merece Silvia Suárez, la secretaria de Cultura, que hizo lo imposible para que nos sintiéramos como en casa. También integró la expedición junto a su marido Juan Manuel Eula y el colaborador Mario Rodríguez. Conducía la traffic Alesio Comelli. Además de la traffic iban otras dos camionetas, con gente que se fue sumando.
Convenimos en hacer todo un periplo histórico-ecológico que incluyera el sitio de la Laguna El Cuero, que con tanto ahinco estábamos buscando. Comandábamos esta expedición los mismos tres que dos años atrás habíamos estado en Marivil: Daniel Vera (Villa Mercedes), Ennio Vignolo (Rufino) y Norberto Mollo (Rufino). Daniel estaba acompañado por su hija Evangelina Vera y Ennio por su esposa Alejandra Gallardo. También formaban parte de esta aventura: el ingeniero Alberto Bischoff de Isla Verde, Aldo Hugo Cantón de Los Cisnes, Ana María Mahmed de Huinca Renancó, Marité Ferreyra de Serrano, el profesor Marcos Bressan de Sampacho,
Salimos de Villa Huidobro hacia el sur, y a poco de andar doblamos al oeste. Enseguida llegamos a la Estancia Cañada Verde, el primer sitio poblado de la región, cuyo nombre alude a una depresión del terreno que le dio el nombre al lugar, y que se halla perpetuado en la denominación de la estación ferroviaria local. Actualmente la Estancia Cañada Verde pertenece al Sr. Mario Ghiglione, y primitivamente fue el casco de la estancia de Jesús Porto. Sobre la puerta de ingreso está estampada la leyenda: “1891-1913 Estancia Cañada Verde”, que denota la antigüedad de la misma. En su interior pudimos observar un hermoso jardín de invierno, con una bomba centenaria y una hermosa estufa de época.
Dejamos atrás la estancia, y seguimos hacia el oeste. Al poco trecho llegamos a lo que fuera la estafeta postal, construida en adobe. También pertenecía este campo a Jesús Porto, hoy es de la familia de Raúl Eula.
Continuamos el camino hacia el oeste, hasta que éste concluye, hacemos un codo a la derecha y seguimos otra vez hacia el oeste hasta que también concluye, nuevo codo a la derecha y estamos en la tranquera de ingreso de la Estancia Ralicó.
Siempre hacia el oeste dentro de la estancia arribamos a la laguna Ralicó, cuyo nivel de agua se hallaba muy bajo y el salitral afloraba por todos lados. Poco después entrábamos en el casco de la Estancia Ralicó, también un antiguo y extenso establecimiento de la zona. En antiguas épocas llegó a tener mucho personal. Por aquel entonces acuñaba su propia moneda. Me hizo acordar tanto al caso de “La Forestal” en el norte de Santa Fe. Nos recibió muy amablemente el encargado, el médico veterinario Daniel Freyre y su esposa Mabel Grosso. Charlamos amigablemente y nos contó que conocía el lugar donde íbamos, que le llamaban El Cuero Chico, y que mas atrás o hacia el sur, había otra laguna mayor: El Cuero Grande. A su vez nos indicó que utilizáramos las picadas dentro de la estancia para movernos mejor, ya que los caminos rurales estaban muy abandonados y muchos de ellos llenos de árboles, que hacían impracticable su recorrido.
Dejamos a esta buena gente y seguimos siempre al oeste, hasta donde está la tranquera de ingreso a Ralicó, pero no la atravesamos, sino que doblamos hacia el sur por una picada que corre paralela al alambrado, hasta que ésta concluye. Allí dejamos los vehículos, cruzamos el alambrado y a pie nos dirigimos hasta el Caldén centenario, un hermoso ejemplar de mas de cien años, con varias ramas ya secas por la edad, y cuyo tronco pudimos rodearlo entre cuatro personas.
El calden centenario
Ya era el mediodía, y desandamos el camino hasta la tranquera de Ralicó que no habíamos cruzado, y ahora si lo hicimos saliendo a la calle, que no estaba nada buena, y nos dirijimos hacia el norte, hasta la Laguna Tromel. 


Laguna Tromel (2011)
En su costa norte se hallan dos monolitos que hacen referencia a que en el lugar habitó el cacique ranquel Ramón Cabral “El Platero” con su tribu. En ese lugar almorzamos, pero la expedición estaba aún incompleta; no habíamos llegado hasta El Cuero. Cabe aclarar que poco al sur de la tranquera de la Estancia Ralicó se divisa hacia el oeste, a cierta distancia,  el imponente Médano del Cuero, que en otra oportunidad nos proponemos visitar.
Despedimos a un grupo que regresaba, dada su premura pues tenían que viajar. Nosotros en cambio, ascendimos a la traffic y partimos de nuevo rumbo al sur; llegamos otra vez a la tranquera de la Estancia Ralicó, entramos y seguimos al sur, por la misma picada que habíamos seguido para ir al Caldén centenario. Pero a mitad de camino el chofer, muy conocedor del lugar, nos dijo que al oeste, cruzando la calle llena de plantas, se hallaba la tranquera de ingreso al lugar que buscábamos. Él había ido al sitio muchas veces con propósitos de caza. Así hicimos... cruzamos trabajosamente el alambrado y esquivando espinosas plantas llegamos a la tranquera e ingresamos en el campo del Sr. Hugo Daniele. Allí emprendimos una rauda marcha hacia el oeste, empujados por la impaciencia y la ansiedad. Después de 1.360 metros arribamos a la orilla de la laguna El Cuero, que como presumíamos, se hallaba totalmente seca. Pero a diferencia de las de Ralicó y Tromel, no se observaba ninguna pizca de sal en su lecho. De inmediato nos dividimos el trabajo: Ennio Vignolo y Daniel Vera reconocieron el sector sur, por mi parte yo me dirigí al norte de la laguna, acompañado por el intendente Iriart, Silvia Suárez y Ana María Mahmed, entre otros. Este sector tenía algo de vegetación y mucha roseta, lo que resultó un calvario para nosotros. En el extremo norte de la laguna pudimos observar donde llegaba la Rastrillada del Cuero a la misma. Regresamos a la alambrada que corta en dos este cuerpo de agua y allí esperamos a Daniel y Ennio, que seguían recorriendo el lado sur, donde hallaron varias bajadas, signos posibles de rastrilladas antiguas.
La laguna El Cuero dividida en dos por una alambrada (2011)
Satisfechos por el hallazgo y reconocimiento regresamos caminando a la traffic, pensando cuantas veces habrá andado por estos lados el famoso “Indio Blanco”, y en ese día habíamos tenido la oportunidad de pisar este histórico paraje.

Estación Cañada Verde
Regresamos a Tromel y los Monolitos de Platero, seguimos hacia el norte. Paramos en la hermosa Estación Ferroviaria “La Nacional”, enfrente de la cual hay todavía un antiguo boliche, erigido en 1907.


El antiguo boliche frente a la estación ferroviaria "La Nacional"
Ya estaba casi oscuro, y después de mucho andar arribamos a Villa Huidobro. Otra vez frente a la plaza, en la Municipalidad, nos sacamos la última foto y nos despedimos. Regresamos con nostalgia, pero con la alegría de poder haber llegado a la Laguna El Cuero, y por otro lado con la satisfacción que nos producen las relaciones humanas con gente tan gaucha, como la que encontramos en Cañada Verde.
 Frente de la Estancia Cañada Verde
Antigua estafeta postal de Cañada Verde
 Parte del grupo junto a la laguna Ralicó
 Caldén centenario

 Monolitos en honor al cacique Ramón Cabral
Fuente: 

Este blog tiene como objetivo rescatar parte de la historia aborigen en estas Pampas, muchas veces oculta, y también traer a la geografía pampeana de hoy esos topónimos olvidados, que tienen que ver con nuestras raíces culturales y nuestro origen como pueblo.

Gráficas: Norberto Mollo

Los felicito, interesante labor de revivir la historia. Prosigan que aún queda mucho por documentar. Gracias...
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