Clarin.comSociedad07/12/14
Historia
de Vida.Nicolas García Mayor estudió diseño industrial y en su tesis final
diseñó una casa que puede salvar millones de vidas. Fue elegido entre los 10
jóvenes sobresalientes del mundo en 2014
Nicolás con el premio jóven sobresaliente 2014
Nicolás
con el premio jóven sobresaliente 2014
Lo de
Nicolás y el diseño industrial fue amor a primera vista. Supo que existía tres
meses antes de inscribirse en la
Universidad de La Plata. Hoy es su medio de vida, aquello que le
permite “ser parte de la creación” y que lo está llevando a cumplir su meta de
unir innovación con ayuda al prójimo. Su trabajo de tesis final, un refugio
para personas víctimas de catástrofes naturales o guerras, va camino de ser una
realidad, bendecido por Naciones Unidas y el Papa.
“El
sufrimiento de los otros fue el gran inspirador de la idea”, le contó Nicolás a
Clarín sobre su proyecto, al que él mismo y sus profesores definían como “raro”
en los primeros esbozos. “Veía noticieros que mostraban desastres naturales y
sus consecuencias para la gente y sentía que yo tenía algo para dar”, rememoró
sobre las primeras imágenes que aparecieron en su cabeza, allá cuando todavía
estudiaba en La Plata
y necesitaba un tema para obtener el diploma.
De su cabeza soñadora y su corazón solidario,
surgió una estructura de respuesta inmediata que en poco más de diez minutos
podría montarse en un sitio afectado por un terremoto, inundación o guerra para
asistir a las víctimas.
“La idea
es que puedan reconstituir lo más rápido posible su vida en comunidad,
dignamente y cuidando su salud” explicó sobre CMax, el habitáculo que lleva ese
nombre en homenaje a su hermano menor Carlos Maximiliano (ver recuadro).
La idea
le permitió a Nicolás recibirse, después de superar años de padecimiento en los
que tuvo que recurrir al trueque para sobrevivir. “No podía pagar el alquiler y
le propuse al dueño de una clínica que me diera un lugar para vivir a cambio de
que le realizara diseños.Viví con lo básico hasta el fin de la carrera”,
recordó.
Recibido, probó suerte en Europa y le fue
bien, pero volvió a Bahía Blanca. Aquí
armó su estudio de diseño, sin dejar de soñar nunca con hacer realidad su
tesis. “Quería hacer algo útil para la sociedad”, se repetía cada noche.
Los
últimos dos años pasaron muy rápido para Nicolás, que el próximo lunes 15
cumplirá 36 años. A principios de 2013, quedó seleccionado para participar en
el Foro Internacional para el Desarrollo de la Ayuda Humanitaria
en Washington. Allí, deslumbró a los representantes de la ONU. “Esto es lo que estamos
buscando”, le dijeron al ver su refugio y lo invitaron a exponerlo en la 68ª
asamblea general.
“Todo se
dio de una manera increíble”, reconoció Nicolás que, todavía iba a recibir un
espaldarazo fundamental a su idea. “Cuando me preparaba para ir a Washington,
recibo un mail del Vaticano. El Papa me invitaba a verlo”. Para él, fue tocar
el cielo con las manos. “Apenas lo vi, me dijo que el producto que yo había
diseñado, ya estaba bendecido y me abrazó”, recordó. Así, entre una situación
de película como la de la ONU
y otra “increíble” como su encuentro con Francisco, la idea cobró vida.
En esa
vorágine, Nicolás fue tentado de varios lugares para trabajar. Pero el
empecinamiento en desarrollar su idea en Argentina es muy fuerte y no pierde
las esperanzas de concretarlo. De un contacto con el ministerio de Defensa,
surgió la posibilidad de que el refugio se pueda construir en Fabricaciones
Militares y el país pueda utilizarlo en los contingentes de Cascos Blancos y
Azules de la ONU.
Mientras
tanto, no para de dar charlas. En octubre fue reconocido como Personalidad de
su propia ciudad y hace diez días en Alemania recibió su estatuilla por ser uno
de los diez jóvenes sobresalientes del año, según la Cámara Junior
Internacional.
Aún
lejos, no deja de contactarse con sus colaboradores y chicos que concurren a
los cuatro comedores comunitarios que ayuda a sostener con la fundación que
creó y que ahora comienza a ser solvente. Porque para Nicolás, el éxito
personal, no sirve de nada, sino le sirve al otro también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario