Noticia: Máxima de
Holanda
Borges en
su laberinto REVISTA Ñ CLARÍN
Homenaje. Vista del
laberinto diseñado para celebrar la vida y obra de Borges en la finca Los
Alamos. San Rafael, Mendoza, República Argentina.
Pasaron
ya diez años desde que se plantaron los 8.000 arbustos buxus en la finca Los Alamos,
que fue de la poeta Susana Bombal. Las verdes paredes del laberinto en honor a
Jorge Luis Borges, diseñado por el británico Randoll Coate, ya tienen más de un
metro y medio. Pero pasaron veinticinco entre que Bombal y Coate lo imaginaron
y el sobrino nieto de la poeta con un grupo de amigos decidieron, entre copas,
llevarlo adelante. Esa aventura es la que narra el documental Jardín de sueños.
Fascinación, obra y escape del laberinto de Borges, de Alejo Yael y Javier
Tanoira, que se proyecta mañana, el domingo 25 y el 1 de junio a las 18 en
Malba (Figueroa Alcorta 3415).
El
diseñador de laberintos Randoll Coate conoció a Borges a través de Bombal, y
recuerda ese primer encuentro con el autor como uno de los momentos más
importantes de su vida. Pasados los años, Bombal y él acordarían, incluso antes
de la muerte de Borges, crear un laberinto para recordarlo y homenajearlo no
con estatuas de piedra y bronce sino con una obra siempre viva que concentrara
algunos de los principales símbolos borgeanos. Así que el británico trabajó en
un diseño en el que pueden leerse los nombres y el apellido del escritor en
espejo, las iniciales de su viuda, María Kodama, pero también verse un reloj de
arena, un anillo de Moebius, la cara de un tigre y un libro abierto.
El
laberinto durmió entre papeles por años hasta que tras la muerte de Bombal su
sobrino nieto Camilo Aldao, que había crecido viendo a la poeta y al autor del
Aleph en largas charlas de té, y que sabía de las visitas de este a la finca
Los Alamos –propiedad de la familia en San Rafael, Mendoza–, empezó a darle
vueltas al asunto. Y ahí es que el documental se pone en marcha, cuando un
grupo de jóvenes trasnochados deciden llevar adelante el postergado proyecto.
Una gesta
apasionada y lúdica que piloteó Camilo hasta su muerte, tras la cual su familia
y amigos continuaron dando forma y haciendo crecer los arbustos que dan cuerpo
al diseño de Coate en casi dos hectáreas de la finca.
En Jardín
de sueños los protagonistas desandan el recorrido del laberinto de punta a
punta y atan pasado y presente en un tiempo circular.
Música
Pop con
sonido ancestral
Por
primera vez en la Argentina ,
el músico gallego Roi Casal, que por años integró el premiadísimo grupo folk
Milladoiro, presenta hoy a las 21 en el Teatro Avenida (Av. de Mayo 1220) su
tercer trabajo solista Donos do noso destino en el que conjuga sus instrumentos
ancestrales con teclados, batería, guitarra, bajo y violín en composiciones
propias con una fuerte apuesta al pop.
Pura
esencia de Galicia es el nombre de la gira con la que Casal hace pie en la Argentina y que luego lo
llevará a Montevideo, La Habana ,
Nueva York y Miami. “Cantar en gallego es la expresión de una cultura riquísima
que de ningún modo puede ser una limitación”, afirma el compositor que ha
reposicionado a la música de Galicia en el mundo y que hace parte de la nueva
canción celta.
Intérprete
de arpa, zanfona y bouzouki, sin abandonar la instrumentación tradicional,
formó su propio conjunto y comenzó a componer canciones populares en las que,
además, reivindica sus orígenes. “Durante mil años, a través del camino de
Compostela, hemos recibido en Galicia la influencia de muchos pueblos y
culturas que fueron dejando su huella en nuestra música. De hecho, instrumentos
que toco llegaron por esa vía y se hicieron nuestros. Por eso ahora, cuando
salgo para actuar lejos de casa, siento que nos toca recorrer el camino
inverso, para mostrar cómo transformamos todo ese legado recibido, mil años
después”, contó Casal.
Muestra
Máxima
coronación
“Curiosamente,
nada más democrático en Holanda que celebrar a la realeza”, dice Flavia
Tomaello, que estuvo acreditada como fotógrafa en la ceremonia en la que se
coronó a Guillermo Alejandro y a la argentina Máxima Zorreguieta, rey y reina
consorte de los Países Bajos, el 30 de abril de 2013. Con el material que
capturó en esa oportunidad Tomaello inaugura hoy en el multiespacio Deriva
(Dardo Rocha 2290, San Isidro) la muestra Orange in maximum focus . La
periodista y fotógrafa afirma que lo que más la sorprendió de la entronización
fue “la paradoja de estar en una sociedad que toma la libertad como bandera, el
respeto por el otro y la coexistencia pacífica, conviviendo con el agasajo a la
corona. Para cualquiera ambos mundos están contrapuestos, sin embargo, en
Holanda se conjugan con una naturalidad sorprendente”, cuenta.
En honor
a su monarquía los holandeses vistieron de naranjas calles, plazas y
escaparates. Las mujeres se pintaron las uñas de anaranjado, se comieron tortas
en forma de corona y hasta se bailó tango.
Así es
que más que la celebración oficial, lo que las imágenes de esta muestra narran,
no de manera individual sino como conjunto, es la apropiación de la fiesta por
parte del pueblo holandés. “Apenas diez días antes de la ceremonia en Holanda
se respiraba un clima anodino. Nada se veía demasiado festivo. Pero en una
noche, como si hubiera llegado Papá Noel en una misión estrambótica, todo se
reconvirtió. Surgieron como hongos de humedad real objetos de merchandising”,
recuerda la fotógrafa. Para ella, la comunidad holandesa, “ha evolucionado
tanto y de tal modo, que se permite celebrar a su monarquía y tomar ese festejo
como propio, creando desde cada casa, desde cada negocio, en cada restaurante,
aún en cada persona, una especie de competencia en el modo más cool e ingenioso
de decorar, celebrar o vestirse”.
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